El 4 de marzo es el Día Mundial de la Obesidad, un problema que en nuestro país afecta al 16% de la población, según datos del Ministerio de Sanidad en 2020.
Pero la obesidad, y también el sobrepeso, son un problema que nos atañe a todos porque son muchas las personas que viven con la enfermedad o están en riesgo de padecerla en los próximos años.
De hecho, se estima que 800 millones de personas en todo el mundo viven con obesidad. Y se espera que la obesidad infantil aumente un 60% durante esta década.
Frenar la obesidad es esencial, ya que esta enfermedad está relacionada directamente con la aparición de diversas patologías. Aquí te mostramos 5 consecuencias directas de la obesidad y el sobrepeso:
1-Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo esenciales en el desarrollo de la diabetes tipo 2, sobre todo cuando la grasa se localiza en la zona abdominal.
La insulina es la hormona que libera el páncreas tras las comidas para favorecer la entrada de glucosa en las células y que así puedan generar energía. Pero si la persona presenta sobrepeso u obesidad, las células del organismo se vuelven más resistentes a la acción de la insulina. Esto hace que el páncreas se tenga que esforzar más para sintetizar mayor cantidad de insulina y conseguir así compensar y lograr el mismo efecto.
Ese estrés continuado del páncreas conduce a la muerte de las células pancreáticas encargadas de fabricar la insulina. En el momento en el que el cuerpo no puede fabricar la cantidad de insulina necesaria, es cuando aparece la diabetes tipo 2.
2-Hipertensión
La hipertensión arterial y la obesidad suelen coexistir con mucha frecuencia. Además, su asociación aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca.
El exceso de tejido adiposo hace que el organismo segregue diferentes sustancias que provocan la elevación de la tensión arterial. Además, debido a la grasa, se disminuye la elasticidad de los vasos sanguíneos y aumenta la retención del agua en los riñones. Es por eso que la hipertensión es responsable de daños cardiovasculares y renales.
El exceso de grasa corporal contribuye a elevar la presión arterial desde la infancia. Se ha comprobado que por cada 10 kilos de peso ganados se produce un incremento de la tensión arterial de unos 2-3 mm Hg. Por lo tanto, la hipertensión es una de las consecuencias directas de la obesidad.
3-Ateroesclerosis
Como ya hemos adelantado, la obesidad produce daño en el endotelio vascular. Los vasos sanguíneos pierden flexibilidad y se vuelven más rígidos, lo cual provoca la aparición de ateroesclerosis. En este caso, los lípidos y las células se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos produciendo la obstrucción del paso de la sangre a través de estos vasos.
4-Dislipemia
La dislipemia es una alteración de los niveles de lípidos y proteínas en la sangre. Incluye colesterol, triglicéridos o ambos, y es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
Cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad se altera el funcionamiento de las células hepáticas y el metabolismo lipídico. Como consecuencia, aumentan los niveles de triglicéridos y colesterol LDL y disminuyen los niveles de colesterol HDL (protector).
La dislipemia es una de las consecuencias de la obesidad, pero también tiene un gran componente genético que no siempre está asociado a malos hábitos de vida.
5-Enfermedades cardiovasculares
La presión arterial alta, las concentraciones anormales de grasas y de glucosa en la sangre, así como la rigidez de los vasos sanguíneos son consecuencias de la obesidad y, a su vez, pueden aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular: cardíaca, cerebral o en arterias periféricas (miembros inferiores).
Todos necesitamos actuar
Como indica el lema del Día Mundial de la Obesidad 2022, para tener un impacto real sobre la obesidad, todos necesitamos actuar juntos para abordar las múltiples causas de la obesidad.
La obesidad es el resultado de muchos factores que una persona no puede controlar. Hay que entender que la genética, la salud mental, la falta de sueño o incluso determinados acontecimientos de la vida, como las enfermedades, embarazos o determinados medicamentos, pueden influir en el aumento de peso. Por lo tanto, no se puede culpar a las personas por ser obesas. De hecho, este estigma social hace que el manejo de la obesidad, sea muy difícil.
El manejo de la obesidad es todo un reto. Los cambios de estilo de vida, como comer menos y hacer más ejercicio no son siempre una solución válida. Tampoco los agentes farmacológicos tienen un gran efecto en la pérdida de peso y no previenen la recurrencia. Se ha probado que la cirugía bariátrica es un medio efectivo y seguro para inducir y mantener una pérdida de peso significativa, aunque su uso está limitado solo a pacientes con obesidad clínicamente complicada o con obesidad mórbida.
Si necesitas ayuda para controlar tu peso, revertir la obesidad y tratar las diferentes consecuencias de esta enfermedad, como es el caso de la diabetes tipo 2, en D-Médical podemos ayudarte.
En nuestra clínica contamos con profesionales altamente especializados en endocrinología, nutrición, endotelio y cirugía bariátrica que podrán ayudarte a luchar contra la obesidad y sus temibles consecuencias.
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