Recomendaciones para afrontar la dermatitis atópica en verano

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad de la piel con especial incidencia en los niños. Se estima que la padece uno de cada cinco niños y adolescentes. La DA cursa con un picor intenso, acompañado de inflamación de la piel.

La llegada del verano puede generar algunas dudas sobre las decisiones más apropiadas para afrontar esta patología: ¿son recomendables los baños de mar?, ¿la exposición al sol puede empeorar el desarrollo de la enfermedad?, ¿los niños pueden bañarse en la piscina?, ¿son perjudiciales las altas temperaturas?

La primera recomendación sería, como siempre, visitar al especialista en caso de duda. El dermatólogo podrá indicarte las mejores pautas de comportamiento. No obstante, te adelantamos algunos consejos para este verano:

• El agua de mar es beneficiosa para la piel, por lo que no hay ningún impedimento para que los niños disfruten de la playa. Solo te recordamos que a la hora de secar la piel es importante no frotarla con la toalla.
• El sol puede ser positivo para la dermatitis atópica, pero con precaución, porque puede tener otros efectos perjudiciales para la piel: los niños deben usar siempre una protección solar adecuada, evitar la exposición en las horas centrales del día y utilizar sombrillas, gorras o viseras.
• El agua de las piscinas puede afectar negativamente a la enfermedad, pero puede minimizarse el daño con una buena ducha tras cada baño y la aplicación de cremas de protección antes el chapuzón y cremas hidratantes después.
• Las temperaturas extremas no son buenas para la dermatitis atópica, pero una alta humedad en el ambiente sí es recomendable. Por eso el invierno suele ser peor que el verano: la calefacción resulta muy perjudicial para la piel. Sin embargo, en el verano es muy importante que el niño se mantenga bien hidratado con agua o zumos.

Imagen de StockSnap en Pixabay

A estas recomendaciones para el período estival habría que unir los consejos generales en relación con la dermatitis atópica, como son:

• Mantener la higiene e hidratar la piel a menudo.
• Tener cuidado con el uso excesivo de jabones para lavar la ropa, y especialmente de suavizantes.
• Utilizar preferiblemente prendas de algodón.
• Evitar en lo posible las alfombras, peluches y en general objetos que puedan acumular polvo.