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¿Sabes lo que es la intolerancia a la lactosa?

Se estima que cerca de un tercio de los españoles presenta intolerancia a la lactosa, un trastorno que se produce cuando el intestino no tiene suficiente cantidad de «lactasas», las enzimas encargadas de la digestión de este azúcar presente en la leche y todos sus derivados. Estas «lactasas» están en las vellosidades intestinales y se producen por las bacterias de la microflora intestinal, y además podemos ingerirlas en determinados alimentos, como el yogur.

En el 70% de los casos está intolerancia puede venir provocada por factores genéticos, que normalmente ya aparecen durante la etapa de lactancia y es normal que al cumplir los 20 años algunos adultos ya muestren algún grado de intolerancia; no obstante, también puede aparecer tras un daño intestinal temporal producido por un tratamiento con antibióticos o un cuadro agudo de diarrea infecciosa, por ejemplo.

La distensión abdominal, flatulencia, nauseas, vómitos y/o diarrea tras consumir productos lácteos son algunos de los síntomas que pueden indicar una intolerancia a la lactosa. Si bien es cierto que las personas intolerantes a la lactosa toleran una pequeña cantidad de la misma, y en general pueden tomar alimentos donde la lactosa ya este fermentada/»digerida» en su composición como son el yogur o el queso curado. Asimismo, nos vamos haciendo intolerantes poco a poco con los años, y personas que en la infancia toleraban una cantidad importante de lácteos no fermentados, en la edad adulta se van haciendo intolerantes por los cambios fisiológicos de su intestino y flora intestinal.

¿En qué se diferencia a la alergia a la leche?

Muchas veces se confunde la intolerancia a la lactosa con la alergia a las proteínas de la leche de vaca porque suelen causar síntomas similares;  sin embargo, hay varios aspectos en los que se puede diferenciar una de otra.

La alergia alimentaria se suele producir en la infancia mientras que la intolerancia suele dar la cara en la edad adulta.

Síntomas

Además, es importante tener en cuenta que los síntomas son distintos porque en el caso de la alergia pueden aparecer síntomas sistémicos, lo más frecuente es la urticaria o la inflamación de alguna parte del organismo, incluido el tubo digestivo, y con la intolerancia suele producirse dolor, gases y diarrea tras la ingesta del alimento, por la insuficiente digestión y absorción del azúcar (lactosa) del mismo. Esto se debe a que en la intolerancia a la lactosa el problema es mas local, en la pared intestinal, y conlleva malabsorción de ese alimento, mientras que en la alergia se desencadena una respuesta inmune contra ese alimento (en general contra su porción proteica), y esa es una reacción mucho mas severa e individual en su gravedad en cada paciente.

Diagnóstico

Las intolerancias alimentarias se pueden diagnosticar fácilmente.

Por esa razón es aconsejable que ante cualquier síntoma se visite al especialista para que realice un diagnóstico y pueda llevar a cabo un tratamiento, puesto que la mejora en la calidad de vida del paciente puede ser muy sustancial al tener un adecuado diagnóstico y consejo dietético.

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