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La angustia de tener un “bulto” en el cuello

…O dicho de otra forma, un nódulo tiroideo. Es importante saber, ante esa situación que la mayoría de ellos son  benignos; y que cuando son malignos, pueden extirparse y tienen un magnífico tratamiento.

Foto de Valeria Boltneva desde StockSnap

 

¿Qué es el tiroides?

El tiroides es una glándula que tenemos en la parte anterior del cuello que produce hormonas tiroideas.

¿Qué son las hormonas tiroideas y qué hacen? ¿Para qué sirven?

Son las que imprimen la velocidad a la que trabajan todas las células del cuerpo. Por así decir, son unas hormonas fundamentales en el metabolismo celular. Si hay muchas… todo va más rápido: el corazón (taquicardia) las glándulas del sudor (sudoración excesiva), todo el sistema nervioso (temblor de las manos e insomnio), las células intestinales (diarrea) y se tiene mucho calor y se adelgaza…. Por el contrario, si tenemos pocas se engordará, se producirá estreñimiento, frialdad y sequedad de la piel y de las mucosas y además, el corazón irá muy lento.

Nódulos en la glándula tiroidea

A veces, en la glándula tiroidea se forman nódulos, que son tumoraciones, habitualmente benignas, que tenemos que estudiar para ver si tienen o no importancia.

La manera de estudiar estos nódulos tiroideos es mediante una punción con una aguja como las de la insulina (aguja fina y muy pequeña), y lo mejor es hacerlo bajo control ecográfico. Es decir, que un radiólogo experto en tiroides nos haga la ecografía y pinche para extraer la muestra que se va a analizar donde vea que el nódulo tiene más problemas, bien porque esté abigarrado o presente mucha circulación o tenga calcio, o sea muy grande, etc. Ésa es la forma ideal, porque si lo hacen los anatomopatólogos sin la ecografía, lo hacen de manera ciega y eso da lugar, en muchas ocasiones, a punciones que no sirven para el diagnóstico.

Así pues, podemos resumir:

La punción aspiración con aguja fina consiste en pinchar una lesión con una aguja muy fina guiada con control ecográfico. Permite la extracción de células de las áreas sospechosas. Este material extraído de la zona a estudio, se analiza al microscopio y permite conocer, en la mayoría de los casos, su naturaleza benigna o maligna. Se trata de una técnica segura y  con pocas complicaciones. Por esta misma razón es una técnica poco dolorosa que no exige anestesia. Lo ideal es que radiólogo y citólogo trabajen al unísono para ofrecer un diagnóstico seguro y rápido de las lesiones blandas del cuello. La mayoría de las veces serán nódulos tiroideos benignos, en ocasiones malignos, o bien lesiones de ganglios que se estudiarán minuciosamente.

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