¿Qué es la alergia a los alimentos?

Los alimentos constituyen uno de los motivos más comunes cuando se habla de reacciones alérgicas. Estas alergias aparecen porque se produce un fallo en la tolerancia inmunológica y se desconoce el mecanismo último que pone en marcha ese fallo inmunológico. Es cierto que hay algunos condicionamientos que vienen dados genéticamente, pero puede influir también el estado de la barrera de la mucosa intestinal, entre otros.

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) las causas más frecuentes de alergia en los primeros años de vida son los lácteos y el huevo, aunque también pueden aparecer reacciones ante las legumbres, frutas, pescados y frutos secos. En el caso de los adultos, predominan las alergias a frutas y mariscos.

Los síntomas ante una reacción a un alimento suelen aparecer entre los primeros 30-60 minutos y normalmente son reacciones cutáneas, con urticaria después del consumo. No obstante, también pueden tener una manifestación en forma de náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal.

¿Qué hacer?

Las pruebas cutáneas pueden ser una buena opción para diagnosticar las alergias alimentarias. Si el resultado es positivo se pasaría a realizar una prueba oral. En la prueba oral se oculta el alimento sospechoso y el paciente lo ingiere; sin duda, esta es la prueba más fiable para determinar con certeza si el paciente presenta alergia a ese alimento.

Por otro lado, existe una opción que es la dieta de eliminación para ayudar a identificar la causa de una alergia. En este caso, la persona deja de ingerir los alimentos que presumiblemente están provocando los síntomas y, posteriormente, se comienzan a introducir en la dieta de uno en uno, para observar si producen alergia.

Las alergias alimentarias se pueden diagnosticar de forma relativamente sencilla. Por esa razón es aconsejable que ante cualquier síntoma se visite al especialista para que realice un diagnóstico y pueda llevar a cabo un tratamiento personalizado.