Los cambios bruscos de temperatura, la humedad, el viento y la contaminación son algunos de los factores que afectan a nuestra piel. De hecho, estos factores provocan una deshidratación profunda de los tejidos, que produce sensación de tirantez, irritaciones y sequedad. Las zonas del cuerpo que más sufren son la cara, los labios y las manos, pues son las más expuestas. Nuestra piel es un reflejo de nuestra imagen exterior; por eso, es necesario llevar a cabo unos cuidados básicos que ayuden a mantenerla sana.
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Aquí os dejamos algunas claves para protegerla:
- Es fundamental limpiar la piel dos veces al día con agua tibia y utilizar desmaquillantes con poco alcohol para no estropear la piel. Además es necesario secar la piel con pequeños toques para no provocar enrojecimiento.
- Hay que evitar los cambios de temperatura bruscos, como los causados por la calefacción o el agua de la ducha.
- En casa se pueden utilizar humificadores para evitar la sequedad de la piel. La temperatura recomendada es de unos 20-21ºC.
- Se debe beber entre 1,5 y 2 litros de agua para fortalecer las células de la piel.
- Es esencial utilizar un jabón neutro que no sea agresivo con nuestra piel y que no la reseque y utilizar cremas con agentes humectantes para hidratarla.
- El alcohol y el tabaco favorecen la deshidratación de la piel; por ello es mejor evitarlos.
Como veis solo es necesario hacer algunos cambios en la rutina diaria para mejorar la salud de tu piel. No obstante, si necesitas algún tratamiento específico, consulta con tu especialista.
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Especialidad | 6 consejos para cuidar tu piel ante los cambios de temperatura |
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