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¿“Dietas milagro” o puro marketing?

Se ha instalado el buen tiempo, se acercan las vacaciones de verano, la playa, las invitaciones a bodas, la boda propia… Y parece que en uno o dos meses se ha de conseguir adelgazar los kilos de más que hemos acumulado a lo largo del año.

A partir de aquí surgen las llamadas “dietas milagro” que aseguran una pérdida de peso considerable en muy poco tiempo. El problema son las consecuencias para la salud que se pueden derivar con algunas de las dietas que circulan. Muchas de ellas son sensacionalistas y aberrantes o, cuando menos, variopintas. La utilización de estas ha llegado a unos extremos preocupantes y en muchas ocasiones son peligrosas. Algunas de estas dietas son:

D. Vegetarianas estrictas

D. Macrobióticas: D. Zen

D. Higienistas

  • Combinación de alimentos
  • D. Disociadas
  • Cada día un alimento

D. Hipergrasas / Hiperproteicas

  • D. de Atkins
  • D. de Dukan
  • D. de Montignac
  • D. de Pemmington
  • D. Cambridge
  • Régimen Scardale
  • Dieta de Cooley
  • Dieta de Hollywood 

D. Pintorescas

  • D. de la Clínica Mayo
  • D. de la bailarina Erna Carise
  • D. para mejorar la sexualidad
  • D. Rastafari
  • D. de la leche y el plátano
  • D. Cronodieta
  • D. de Beverly Hills
  • D. Humplik
  • Método pakistaní
  • D. para quemar grasas o de la cebolla


Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay

 “Dietas milagro”, ¿qué tienen de prodigiosas?

Las “dietas milagro” hasta ahora han servido para poco. De nada vale perder peso de manera rápida si la persona no aprende a comer correctamente. Estas dietas no tienen ningún fundamento científico, generan muchos adeptos momentáneos, siembran ilusiones y recogen decepciones. El hecho de que proliferen tantas da idea de la poca eficacia que tienen. Para perder peso es fundamental un cambio de hábitos alimentarios y de vida. Adelgazar supone una tarea a largo plazo.

Texto original de junio 2012

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