¿Te has sentido especialmente triste, irritable o desmotivado desde que te diagnosticaron diabetes? Esto es algo bastante habitual porque detrás del control de la glucosa, las agujas y las dietas, hay algo de lo que se habla poco, pero que pesa mucho: la salud emocional.
La diabetes no solo afecta al cuerpo. También tiene un impacto profundo en la mente. De hecho, las personas con diabetes tipo 2 tienen entre 2 y 3 veces más riesgo de desarrollar depresión en comparación con la población general. Una realidad que muchas veces pasa desapercibida y que, sin embargo, puede afectar al tratamiento, a la evolución de la enfermedad e incluso a la calidad de vida.
¿Qué relación existe entre diabetes y depresión?
Aunque no lo parezca a simple vista, existe una relación muy estrecha —y compleja— entre la diabetes y la depresión. Es una conexión bidireccional: tener diabetes aumenta el riesgo de depresión… pero también sufrir depresión eleva las probabilidades de desarrollar diabetes.
¿Por qué ocurre esto? Hay varios factores implicados:
- Psicológicos: vivir con una enfermedad crónica puede ser abrumador. Las rutinas de control, el miedo a las complicaciones, la culpa por no “hacerlo bien”… todo puede generar una carga emocional importante, sobre todo si la persona no cuenta con apoyo social o herramientas para gestionar el estrés.
- Biológicos: cada vez hay más evidencia de que existen procesos comunes entre ambas enfermedades, como la inflamación crónica de bajo grado o la disfunción hormonal. Además, la obesidad y el sedentarismo son factores compartidos que alimentan ese círculo vicioso.
- Estilo de vida: la depresión puede llevar a descuidar la alimentación, evitar la actividad física o interrumpir el tratamiento. Y a su vez, una diabetes mal controlada puede empeorar el estado de ánimo. Es como una rueda que no para de girar… salvo que se detecte a tiempo y se actúe.
A su vez, se ha comprobado que la presencia de una depresión dificulta la adherencia al tratamiento necesario para un adecuado control glucémico, e incluso una peor adherencia a las citas médicas. c
Síntomas a los que hay que prestar atención
La depresión no siempre se presenta con tristeza evidente. En personas con diabetes es frecuente que los síntomas sean más físicos que emocionales, lo que dificulta aún más su detección. Algunos signos de alerta:
- Cambios en el apetito o en el peso sin causa aparente
- Fatiga persistente o falta de energía
- Problemas de sueño (insomnio o hipersomnia)
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- Falta de interés por actividades que antes resultaban placenteras
- Irritabilidad, sensación de vacío o culpabilidad
- Dolencias físicas sin explicación médica clara
Si estos síntomas duran más de dos semanas y afectan a tu día a día, es momento de hablarlo con tu médico.
¿Qué consecuencias tiene no tratar la depresión en personas con diabetes?
Ignorar la salud mental cuando se tiene diabetes puede tener un coste muy alto. No solo se trata de sentirse mal emocionalmente. La depresión mal atendida se asocia con:
- Peor control de la glucosa, al reducir la adherencia al tratamiento
- Mayor riesgo de complicaciones microvasculares (como retinopatía o neuropatía) y macrovasculares (como infarto de miocardio)
- Incremento en el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, especialmente en personas jóvenes
- Reducción significativa de la calidad de vida
- Mayor mortalidad por cualquier causa
Además, desde una perspectiva sanitaria, las personas con diabetes y depresión utilizan más recursos médicos: más visitas, más ingresos hospitalarios y más urgencias. Por eso, detectar y tratar a tiempo la depresión no es solo una cuestión emocional: es parte esencial del abordaje de la diabetes.
¿Y qué pasa con la diabetes tipo 1?
Aunque la mayoría de los estudios se centran en la diabetes tipo 2, la diabetes tipo 1 también presenta una alta prevalencia de depresión, especialmente en jóvenes y mujeres. El impacto en el control glucémico es similar, con una menor adherencia al tratamiento y peores hábitos de autocuidado. Por eso, es igualmente fundamental hacer un seguimiento psicológico regular en estos casos.
¿Cómo se trata la depresión en personas con diabetes?
El tratamiento de la depresión en personas con diabetes no difiere del habitual, y puede ser psicológico, farmacológico o una combinación de ambos, siempre bajo supervisión médica. La buena noticia es que, cuando se trata adecuadamente, mejora la calidad de vida y el bienestar emocional, lo que indirectamente puede favorecer un mejor control de la diabetes.
Es importante destacar que, en estos pacientes, los síntomas depresivos pueden no incluir ideación suicida o tristeza profunda, sino manifestarse más bien como cansancio, falta de motivación o malestar físico. Esto hace aún más importante estar atentos y no restar valor a señales sutiles.
La importancia del trabajo en equipo: médico y paciente
En la Clínica D-Médical creemos que la salud emocional forma parte inseparable del tratamiento de la diabetes. Por eso, recomendamos:
- A los profesionales: integrar herramientas de cribado de depresión en la consulta y fomentar una atención multidisciplinar
- A los pacientes: hablar abiertamente de su estado de ánimo y pedir ayuda sin miedo ni vergüenza
Romper el tabú de la salud mental es un paso crucial. Detectar y tratar la depresión o el malestar emocional es esencial para convivir con la diabetes. En D-Médical te escuchamos. Además de contar con expertos en endocrinología y diabetes, en D-Médical disponemos de una unidad de psicología que podrá ayudarte a gestionar mejor estas emociones. Contacta con nosotros y pide ahora tu cita en el 91 436 26 36.