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Menopausia basada en la evidencia

Periodos irregulares, sofocos repentinos, sequedad vaginal, trastornos del sueño y cambios de humor son algunos de los síntomas de la menopausia, que se considera como tal a partir de los 12 meses después del último periodo de la mujer. Durante los años previos a este momento, la mujer puede empezar a sentir algunos de estos síntomas, que dan pistas de que el cuerpo se encuentra en la transición menopáusica. Y es que hay que tener en cuenta que el proceso de la menopausia no ocurre de la noche a la mañana, sino que es gradual y cada mujer lo vive de manera distinta.

Pero en lo que en este artículo queremos incidir es que la menopausia es una parte normal de la vida de la mujer. No es ni una enfermedad ni un trastorno, sino una etapa más que se puede superar con una gran calidad de vida.

menopausia basada en la evidencia

Qué es la menopausia

La menopausia, como su nombre significa es el final de la menstruación y es un hecho que ocurre dentro de un período denominado climaterio, imagen casi en espejo de otro, denominado pubertad, que tiene como hecho predominante la menarquia, que significa el inicio de la menstruación.

Durante el desarrollo habitual de una mujer, hay varios momentos claramente diferenciados: infancia, pubertad, fertilidad y senectud, en consonancia con el funcionamiento ovárico.

Desde que se nace, incluso antes, en el claustro materno y con el desarrollo de los genitales internos del feto, la mujer tiene un número de folículos ováricos primordiales, pongamos un número de 700.000 aproximadamente. Estos están pendientes de su maduración que se completa alrededor de la pubertad con la acción de las hormonas de la hipófisis (FSH Y LH) y la respuesta a ellas por parte de los ovocitos (estrógenos y progesterona).

Mes a mes se van consumiendo el número de folículos mediante la ovulación y el gasto del número de folículos consecuente desde la pubertad (menarquia) hasta más allá de la menopausia en que ya no quedan folículos funcionales apenas en el ovario, dentro del climaterio.

Etapas vitales de la mujer

Expliquemos un poco, como tengo por costumbre realizar en mi ejercicio diario profesional; son fáciles de entender estos conceptos ya que las mujeres tienen un alto grado de información sobre el funcionamiento de su cuerpo y, al día de hoy, se agradece mucho.

El hombre y la mujer, hasta su desarrollo puberal son bastante similares y con apenas cambios raciales y/o genéticos. La pubertad es un período de unos 10-12 años en donde se manifiestan los caracteres de diferenciación sexual y entonces se diferencian claramente un sexo del otro. En la mujer, este período se inicia alrededor de los 8 años y se termina cerca de los 18 años, con claras diferencias raciales, genéticas, territoriales etc. Y el hecho característico es la menarquia (primera menstruación) que se suele presentar entre los 10-15 años con, también claras diferencias raciales, territoriales, etc. El organismo femenino se tiene que amoldar a todos los cambios surgidos en el área física, emocional, etc. y lo lleva a cabo a lo largo de esta década. A este período también se le denomina pubertad y, por extensión, solo por los cambios en el área emocional (se dice: no le tomes muy en serio pues está con la pubertad).

Desde el fin de la pubertad se inicia la vida fértil de la mujer con menstruaciones cada 28 días (ciclo ovárico) con la posibilidad de reproducción y con una frecuencia menstrual cíclica mensual que se alarga, aproximadamente, hasta el inicio del climaterio en donde esa frecuencia comienza a alterarse. La frecuencia mensual de la menstruación, comienza a alterarse con retrasos o acortamientos e incluso con meses sin tenerla (baches amenorreicos). Por lo general se inicia alrededor de los 45 años y coincide con el inicio del climaterio y se manifiesta a lo largo de varios años con cambios hormonales secundarios ante una insuficiente respuesta del ovario, por agotamiento folicular, a la acción de las hormonas hipofisarias. Dura hasta los 55 años (reitero aquí la importancia de los factores raciales, territoriales y demás) con un hecho característico que es la menopausia, cuando se lleva más de un año sin tener la menstruación (última menstruación) y con cambios físicos, emocionales, sensitivos, etc. en la mujer.

Menopausia, una parte normal de la vida de la mujer

Lo que trata de explicar este breve artículo sobre la evidencia en la menopausia, es que es eso precisamente, evidente, como la menarquia ya que se trata de un hecho normal en el desarrollo de una mujer. Obviamente en, llamémosla, la menopausia se producen unos cambios en la mujer que le pueden motivar sensaciones o incluso síntomas más o menos intensos que, al día de hoy, precisen de tratamientos específicos con el fin de mejorar la calidad de vida en este momento tan significado del desarrollo femenino.

Durante el climaterio hay un tiempo que permite a la mujer ir adaptándose a los cambios hormonales que se están produciendo en su organismo. En este tiempo, y es lo más importante, la adaptación de la mujer a esta situación es gradual y progresiva y por lo tanto perfectamente tolerable para ella, ya que es una etapa más en su desarrollo como mujer. Con la escasa o nula respuesta del ovario a la acción de las hormonas hipofisarias o respuesta inadecuada por parte del ovario, dichos cambios pueden producir alteraciones en el área de los genitales, tanto internos como externos (la aparición de pólipos, quistes de ovario, miomas, sequedad vaginal, dolor mamario, etc.) También se producen alteraciones en el área de la regulación hormonal endocrina, tanto del tiroides, como de la suprarrenal, páncreas, etc. con dificultad para mantener el peso, queja muy frecuente en estos momentos.

Los cambios en el área sensorial también son importantes. Insomnio, sensación de cansancio, los llamado sofocos y la sudoración también son muy frecuentes y afectan mucho a la mujer condicionando su vida. Pero también se dan otros cambios en la funcionalidad cardíaca, aparición de hipertensión, etc. que pueden ser habituales en este período de la mujer. Esto no quiere esto decir que la menopausia sea una enfermedad grave, ni mucho menos. Como ya he explicado, es una época en la vida sexual de la mujer y la mejor o peor adaptación a este período es lo que va a condicionar la necesidad de algún tratamiento específico.

Ejercicio en la menopausia

La importancia de un enfoque integral

La mayoría de las mujeres no necesita ningún tratamiento en esta época y afortunadamente en muchas mujeres dura poco tiempo, aunque en otras, dura mucho más.

Hace unos años, con las inquietudes lógicas de la especialidad de Ginecología, se trató de mejorar la calidad de vida de todas las mujeres en esta época y aparecieron sociedades o asociaciones para el tratamiento de la menopausia, basadas en prevenir las complicaciones en el área del funcionamiento cardíaco. Entonces se propugnó tratar a las mujeres con estrógenos o asociaciones de estrógenos y progesterona, ya que estas son precisamente las hormonas que faltan en la menopausia. Así es como empezó una época en la que la Terapia Hormonal de Sustitución (THS) proliferó en muchas consultas de menopausia. No se consiguió el efecto deseado, ya que el número de mujeres con complicaciones cardiológicas no se modificó, sino que incluso pudo empeorar un poco, posiblemente debido a la acción sobre la retención de líquidos por los estrógenos y, además, y esto es lo peligroso, se incrementó el riesgo de aparición de tumores de mama y endometriales y las complicaciones benignas ginecológicas, sangrados, miomas, quistes etc.

Todo esto motivó un cambio de estrategia terapéutica y se pasó al otro lado del péndulo y ya no se trataba a ninguna mujer. Estas oscilaciones pendulares son habituales en la historia de la medicina y, afortunadamente se ha iniciado un período más racional en el que cada mujer es tratada en función de su sintomatología y, si su estado de salud lo permite, y si ella, aceptando todos los riesgos que se puedan derivar de su tratamiento los acepta y se compromete a seguir con las revisiones ginecológicas pactadas.

En este momento, es cuando la evidencia se manifiesta y cada mujer es un mundo aparte y ella, junto a su ginecólogo, es la que decide qué tratamiento seguir y la duración del mismo. He de confesar que tengo a más de una paciente en THS con más de 10 años de seguimiento y sin ninguna intolerancia o efecto secundario al tratamiento, pero eso sí son absolutamente rigurosas en sus revisiones y controles analíticos. No voy a enunciar ningún tratamiento específico. El mejor tratamiento es el que mejor se tolere y menos complicaciones presente. La absoluta confianza por parte de la mujer en su ginecólogo y por parte de él trasmitirle todos los datos que posibiliten su mejoría clínica y una envidiable calidad de vida.

¿Los síntomas de la menopausia te resultan molestos?

Como ves la menopausia es una parte normal de la vida de la mujer. No es ni una enfermedad ni un trastorno, sino que parte del proceso de envejecimiento. Por eso, muchas mujeres no necesitan tratamiento para sus síntomas de la menopausia, pero, en cambio, otras sí precisan ayuda. Si, en tu caso, los síntomas de la menopausia te resultan molestos, consulta a tu ginecólogo para conocer formas de aliviarlos. Si lo deseas, puedes pedir cita en mi consulta de Ginecología en la clínica D-Médical en Madrid y juntos podemos encontrar el tratamiento más adecuado para ti.

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Autor Dr. Rafael Navazo Mato. Ginecólogo.
Especialidad GINECOLOGÍA
Teléfono +34 91 436 26 36
E-mail info@d-medical.es
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