Uno de cada tres ciudadanos ha padecido un episodio de ansiedad o depresión
- Son enfermedades que afectan el doble a las mujeres que a los hombres, debido fundamentalmente a su complejidad biológica, psicológica y factores socioculturales.
- Taquicardias, sudoración, temblores, baja estima, tristeza o miedo son algunos de los síntomas que pueden llevar a diagnosticar ansiedad o depresión.
- La psicoterapia, farmacoterapia y unos hábitos de vida saludables son algunos de los consejos recomendados para tratar estos problemas.
Los trastornos de ansiedad y depresión, con merma de la seguridad y de la autoestima como una de sus principales consecuencias, han aumentado considerablemente en los últimos años. De hecho, se estima que son patologías que afectan a un 20-30% de la población general, sobre todo en países del primer mundo, donde es común sufrir los dos problemas de forma mixta. Tal y como señala la doctora Belén Bardón, psiquiatra del centro médico d-médical, “la depresión y la ansiedad son dos trastornos que afectan el doble a las mujeres que a los hombres, debido esencialmente a su complejidad biológica, psicológica y a los aspectos socioculturales que rodean estas circunstancias”. Y añade que “las mujeres afrontan durante su vida múltiples desafíos a todos los niveles, y en muchos casos, solo consultan cuando la clínica se hace insoportable y con un gran nivel de sufrimiento”.
Estas patologías tienen un origen multicausal. De hecho, los antecedentes familiares y personales, conflictos psicológicos o enfermedades orgánicas son algunos de los factores de riesgo que pueden desencadenar estos trastornos. En este sentido, esta especialista hace referencia a que “el esfuerzo de adaptación ante situaciones de estrés de cualquier origen junto con un sentimiento de culpa, miedo, incertidumbre o soledad, deben controlarse, ya que pueden dar lugar a un trastorno serio si se prolongan en el tiempo”.
A veces los síntomas de la ansiedad y la depresión no se detectan de forma clara. Por ese motivo, es necesario hacer hincapié en las diferencias entre ambas patologías. La ansiedad se caracteriza por un estado físico y psíquico de “hiperalerta” ante una vivencia amenazante que puede ser real, pero que se convierte en patológica si la respuesta es excesiva en cantidad y cualidad. “Es frecuente que cuando hay un caso de ansiedad se presenten síntomas como dificultades para respirar, taquicardias, palpitaciones, sudoración o temblores sin causa aparente”, explica la doctora Bardón.
Tristeza, baja autoestima, sentimiento de culpa, miedo al futuro, soledad, insomnio y cansancio son síntomas que se asocian con la depresión. Sin duda, “ante cualquiera de estos dos trastornos se debe estar alerta para evitar otros problemas mayores”, matiza.
Algunos consejos para tratar la ansiedad
El tratamiento es siempre integrador; es decir, engloba distintas fases en función de la etapa en la que se encuentre el paciente. Por ejemplo, para analizar los conflictos subyacentes y que puedan estar perpetuando el proceso, así como para tomar conciencia de los mismos se utiliza la psicoterapia.
Por otro lado, sobre todo al principio, se emplean algunos fármacos durante el menor tiempo posible, para poder controlar los síntomas y disminuir el sufrimiento asociado. En este sentido, la psiquiatra del centro médico d-médical recomienda incrementar el autocuidado en general con “una alimentación correcta, descanso físico y sueño reparador. Asimismo, se recomienda llevar unos hábitos de vida saludables y se aconseja el contacto con la naturaleza, actividades relajantes como el yoga o practicar ejercicio suave”.