La Dra. Pilar Martín Vaquero, directora de la Clínica D-Médical, colabora con ABC con motivo del Día Mundial de la Diabetes
La Dra. Pilar Martín Vaquero, directora de la Clínica D-Médical de Madrid ha colaborado en el reportaje publicado el martes 16 de noviembre de 2021 en el periódico ABC con motivo del Día Mundial de la Diabetes.
En el reportaje conocemos la historia de Esther Lobatón, una chica de 25 años que está dando visibilidad y normalidad a la diabetes a través de las redes sociales. Esther lleva adherido a su piel un sistema integrado, compuesto de un sensor de monitorización continua y una bomba de infusión.
A este respecto, la Dra. Pilar Martín Vaquero ha expresado en el reportaje que «Los sensores han ganado en sensibilidad y precisión (para que sus resultados puedan suplir a las glucemias capilares que se realizan los pacientes pinchándose los dedos y este proceso ya casi sea innecesario) y en el tiempo de duración de dichos sensores. Las bombas de infusión cada vez son más pequeñas, pesan menos y son más exactas. Pero lo magnífico de la tecnología ha sido acoplar bomba y sensor, de manera que la glucosa que registra el sensor (que ya es creíble al 99%) se lo comunica a la bomba y ésta, a través de un algoritmo, es capaz de calcular la insulina que esa persona requiere en ese momento, aumentando o disminuyendo o suspendiendo la emisión cuando el sensor prevé que la glucosa del paciente va a estar por encima o por debajo del rango marcado como objetivo. Los tres sistemas de asa cerrada híbrida (porque todavía requiere que el paciente le informe de las comidas que va a consumir) con los que contamos recientemente, han venido a mejorar el control metabólico de una manera muy importante. Pero es cierto que hay pocos pacientes que lleven este sistema de asa cerrada híbrido (páncreas artificial), aunque haya ya muchos pacientes que son portadores de sistemas integrados».
Tratamientos más habituales para la diabetes
Con respecto a los tratamientos más habituales, la doctora Pilar Martín Vaquero explica en el reportaje que «hay que distinguir entre la diabetes tipo 1 y la tipo 2. En ambas sube la glucemia, pero la causa es totalmente distinta y por lo tanto el tratamiento también lo es. Mientras que en el tipo 1 la terapia fundamental es la insulina porque el páncreas ha dejado de producirla, y aquí entran como tratamientos más novedosos los sistemas integrados bomba-sensor de asa cerrada o las plumas inteligentes para aquellos que no llevan bomba, en la diabetes tipo 2 han venido a afianzarse los análogos del GLP-1 y los fármacos glucosúricos como terapias que no sólo descienden la glucosa, sino que mejoran el riesgo cardiovascular, bajan la tensión y el peso. Todos estos tratamientos, que han demostrado su eficacia en el control diabetológico, se topan con un problema, y ese es su coste, por lo que aún no han llegado a toda la población que se puede beneficiar de ellos».
Señales de alarma que hacen sospechar que una persona padece diabetes tipo 1 y tipo 2
Finalmente, en el reportaje del ABC, la Dra. Martín Vaquero da las claves para detectar los síntomas de la diabetes:
La diabetes tipo 1 es fácil de diagnosticar porque el paciente presenta en el último mes una sintomatología florida de “Poliuria”(orinar mucho), “Polidipsia”(beber mucho agua), “Polifagia” (comer mucho), y a pesar de ello, “Perder Peso”. Por eso se le llama “la enfermedad de las P”. El paciente se realiza una analítica y allí se ve una glucemia muy elevada y entonces debe comenzar el tratamiento lo antes posible con insulina. La causa es inmune: se producen anticuerpos que en lugar de defenderte, te destruyen las células beta del páncreas, que son las que producen insulina. La diabetes tipo 2 es más silente y a penas produce síntomas ni glucemias muy elevadas. Suele ser un hallazgo en la analítica de un paciente que se la hace por otro motivo. Si la persona está mucho tiempo con glucemias moderadamente altas sin diagnosticar pueden entonces aparecer las complicaciones crónicas. En este tipo de diabetes entran de lleno los planes de prevención porque hay que “despistar” su diagnóstico en todos los individuos mayores de 45 años con obesidad, hipertensión, hiperuricemia, y en aquellos con familiares directos con diabetes, que hayan tenido diabetes gestacional u ovario poliquístico».
Puedes leer el reportaje completo del ABC y conocer la historia de Esther Lobatón aquí
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