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Hábitos de sueño y Diabetes tipo 1 en la edad pediátrica

Lourdes Cartaya Otamendi

El sueño es un elemento importante para la salud y está recibiendo cada vez más atención en relación con la diabetes.

Por primera vez en 2017, la Asociación Americana de Diabetes (ADA), en sus estándares sobre el cuidado de la diabetes, identificó al sueño como factor importante a ser considerado por los clínicos, basándose en la evidencia de la relación entre calidad del sueño y control glucémico.

La ADA, actualmente, recomienda la valoración del patrón y duración del sueño como parte de la evaluación médica.

¿Qué es el sueño?

No es exclusivamente un periodo de reposo si no que es un periodo muy activo. Es un proceso de restauración biológica.

¿Son frecuentes las alteraciones del sueño en los niños y adolescentes?

Las alteraciones del sueño afectan al 25-40% de los jóvenes y el 50-75% de los adolescentes no cumplen las recomendaciones dadas sobre el sueño.

En los adolescentes, las alteraciones del sueño se han relacionado con mayor número de síntomas depresivos.

Los estudios demuestran que los niños y adolescentes con enfermedades crónicas tienen más problemas para comenzar y mantener el sueño.

La Academia Americana de la Medicina del Sueño en el año 2016, basándose en la evidencia existente sobre el impacto de la duración del sueño en la salud, aconseja una duración del sueño de:

Diversos estudios han puesto de manifiesto que la mayor parte de los niños no cumplen estas recomendaciones.

Es necesario, un sueño suficiente, en tiempo y calidad, para todos los niños y adolescentes y especialmente para los que padecen diabetes.

Alteraciones del sueño en los niños y adolescentes con diabetes

La mayoría de las investigaciones se han centrado en la repercusión de la duración del sueño en el grado de control de la diabetes. Influye tanto la corta como la excesiva duración del mismo en el control de la diabetes. El dormir en exceso se asocia con hiperglucemia en adolescentes.

Tiempos inconsistentes del sueño (inicio del dormir y horas de despertarse) están relacionados con pobre control glucémico (con cambios en la sensibilidad a la insulina) y peor adherencia al tratamiento en DM1. También repercute en aspectos cognitivos y psicosociales, entre ellos en el miedo a la hipoglucemia. Por lo tanto; parece tener efecto negativo tanto la variabilidad en la hora de empezar a dormir como la variabilidad de su duración.

Hazen y cols (2015) en su estudio en adolescentes con DM1, puntualizan que los padres revelan que:
o 15% de sus hijos tienen alteraciones del sueño
o 22% están muy cansados durante el día
o 29% creen que duermen demasiado
o 18% que duermen poco.

Por lo que se puede deducir la necesidad de dormir las horas aconsejadas, sin excederse, ya que parece influir en el control glucémico.

Aunque las alteraciones del sueño, tales como dificultad para iniciarlo y los despertares nocturnos, se han relacionado con el mal control glucémico en niños y adultos con DM1, no se sabe si el mal control lo que altera el sueño o a la inversa.

Retrasar la hora de irse a la cama el fin de semana y dormir demasiado a la mañana siguiente se ha asociado a pobre rendimiento escolar, problemas de humor y obesidad en la población general y en la población con diabetes. Esto se conoce como JET LAG SOCIAL.

Por lo tanto: hay que mantener los horarios y duración del sueño.

LAS ALTERACIONES DEL SUEÑO EN LOS PADRES DE LOS NIÑOS PEQUEÑOS
CON DM1 SON MUY COMUNES Y PUEDEN IMPACTAR NEGATIVAMENTE EN
SU CAPACIDAD PARA MANEJAR LA DIABETES DE SUS HIJOS.

Tecnología para el control de la diabetes y sueño

La tecnología utilizada actualmente para el control de la diabetes, bombas de insulina y sensores de glucosa, permiten mejorar el control de la diabetes y al tiempo disminuir los problemas de sueño al hacer perder el miedo a la hipoglucemia. Sin embargo, pueden tener un efecto negativo sobre el sueño, entre otros, por las falsas alarmas. Por ello hay que aprender a utilizar esta tecnología para incrementar los aspectos positivos también en la calidad del sueño de los pacientes y los padres.

En conclusión, en el seguimiento de los pacientes con diabetes hay que valorar los aspectos del sueño y dar pautas para una buena higiene del sueño e intervenir en aquellos aspectos que puedan alterarlo.

Fuente: Extracto de la guía “Diabetes tipo 1 en la edad pediátrica. Lo que se necesita saber para la autogestión de la diabetes” (página 108)

Post del 28 de octubre de 2020 – Actualizado